Con trágico simbolismo el problema de la inseguridad nos acompañó en las fiestas. Tres policías de la comisaría de Kepashiato fueron asesinados en vísperas de fin de año y, al empezar el 2011, el país está conmovido con la muerte de una joven de 19 años que se iba a una fiesta y recibió un balazo de un policía que confundió su vehículo con uno en el que huían delincuentes. Policías que mueren innecesariamente y que matan absurdamente, son un síntoma muy revelador del deterioro creciente de la seguridad sobre el que tantos venimos advirtiendo en vano ... Ver artículo.
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